Durante nuestro paso por Esports City Fest Andorra, tuvimos la oportunidad de charlar largo y tendido con Arturo Castelló, CEO de Encom Games y uno de los artífices de este evento que aunó todo lo bueno que tiene esta industria. Hablamos de Andorra, otros hitos de la organización, y pusimos sobre la mesa los planes a futuro de la compañía y la proyección del sector.

ESB: ¿Qué fue lo que hizo que decidisteis montar todo esto en Andorra?

AC: Pues cuando Andora lanzó el proyecto de ley que definía el marco estratégico sobre el desarrollo de los esports en la región, desde Andorra Business, la agencia de promoción y desarrollo económico del Gobierno de Andorra, buscaban un partner para desarrollar su proyecto. Vinieron a DreamHack Valencia, y fue en el verano del año pasado cuando nos conocimos. Vieron lo que hacíamos, y es entonces cuando se planteó la oportunidad de hacer una colaboración dentro del plan estratégico. Una de las cosas que más me sorprendieron fue lo rápido que se plantearon y definieron las cosas. Ha sido un proceso ágil y rápido, gracias a las personas que lo conforman, gente muy resolutiva y con una visión clara de los esports, algo que parece bastante común en la región.

ESB: ¿Qué otras actividades nos esperan entre ambas entidades?

AC: El acuerdo consta de varios elementos, principalmente este evento, el Esports City Fest, y otro en otoño, Esports City Talks Andorra, que será más B2B donde pondremos en común empresas de diferentes países, utilizando Andorra como sede para hablar del sector de los esports, y luego una serie de actividades orientadas a comunicar Andorra como destino empresarial.

ESB: ¿Cómo es establecer una relación tan directa con un gobierno como el de Andorra?

AC: Creo que, una de las ventajas competitivas de Andorra es que, por su tamaño, son muy eficientes, y por tanto hace que todo fluya tan rápido. 

Después de tantos años en el sector, donde tanto en España como otros países del circuito DreamHack hemos tenido relación con políticos de diferentes niveles, la cercanía a este nivel sorprende, y es como digo, muy rápido, productivo, y orientado a materializar proyectos con un objetivo concreto. Más allá de la foto con una tendencia de innovación, más allá de las palabras, tienen clarísimo que quieren resultados y quieren hacer cosas reales.

ESB: Andorra también está desarrollando otras disciplinas en esports, como es el caso del SimRacing. 

AC: Curiosamente, el ACA Esports, el espacio de SimRacing ubicado en Andorra La Vella para pilotos, fue una de las cosas que nos encontramos al llegar. Que una institución como ACA Club, tradicional, de más de setenta años de historia, haya visto la oportunidad y la haya desarrollado tan rápidamente de una manera tan bestia, no es lo habitual.

Lo habitual es que la innovación venga de gente de dentro del sector gaming y luego nos toca convencer a las entidades tradicionales de que todo esto tiene sentido conectarlo con todo lo que ya se hace.

Aquí en Andorra, ha sido al revés. Lo han hecho de una manera muy eficiente, y lo que han lanzado ya tiene sentido narrativo, de innovación y económico. Buscan construir proyectos de largo recorrido, pero con resultados a corto, aportándole sentido. Y esto no lo están haciendo solo en los esports, pues están abordando cuatro verticales de innovación más, Blockchain, Fintech, salud y tecnología.

Para nosotros, por encima de la marca patrocinadora y del publisher está la comunidad porque creemos que el valor que tiene el ecosistema del gaming es la diversidad y muchísima fan base.

Arturo Castelló, CEO de Encom Games.

ESB: ¿Qué significa para DreamHack que estéis aquí en Andorra?

AC: A nivel competitivo estamos conectando una nueva comunidad. Nosotros ahora mismo en DreamHack, dentro de nuestro territorio, ya hemos trabajado muchas veces con Portugal, por ejemplo. Es decir, los jugadores, sobre todo de Counter-Strike en Portugal, se clasifican para venir a la final de DreamHack Valencia, algo que llevamos haciendo muchos años.

Toda la comunidad es de España, pero ahora estamos metiendo y conectando una nueva comunidad, que es la de jugadores de Andorra, mucho más pequeña, pero que nos parece interesante poder traer esta comunidad también a la escena de Valencia.

Pero todo esto está inscrito dentro del proyecto de Esports City League, dado por una necesidad de aportar a DreamHack la capa de la comunidad amateur, de una manera organizada y por otro lado conectar con las ciudades. Nuestro objetivo en Esports City League, más allá de atraer audiencias que vengan a disfrutar de las finales, lo que buscamos es que las propias comunidades de cada región vengan a competir con un nivel de calidad y cuidado poco visto en esta escena.

Esa experiencia de ser amateur pero sentirte y vivir como un profesional, es lo que gusta muchísimo y hace conectar con estas comunidades.

Y luego todo esto nos permite hacer el famoso Pass to Pro. Estamos trabajando en un proyecto que es conectar los ganadores de Esports City League con el ESL National Masters. 

De esta forma, por ejemplo, el que gana la plaza de Counter-Strike, tiene una plaza automática en la competición, y eso ya te conecta con todo el ecosistema.

ESB: En DreamHack vemos la presencia además de pequeñas comunidades, o comunidades que actualmente no son mayoritarias. ¿Es esto un problema?

AC: Llevamos ya en esto doce años, y en nuestra visión de los esports hay dos valores muy importantes. Primero y como ya he mencionado, la comunidad.

Para nosotros, por encima de la marca patrocinadora y del publisher está la comunidad porque creemos que el valor que tiene el ecosistema del gaming es la diversidad y muchísima fan base. 

Y ahí es donde reside el segundo gran valor, la diversidad. Nosotros nunca hemos sido muy dados a hacer “monocultivos” y oligopolios, donde solo hay un gran juego, dos, tres juegos, porque creemos que eso es nocivo para la comunidad.

En DreamHack, donde potenciamos el espíritu de las Lans, con personas que jugaban World Of Warcraft, DOTA, Counter…, y eso ha ido evolucionando. Es decir, nosotros hemos visto desde el primer Worlds, que se celebró curiosamente en el DreamHack Winter de Suecia y en su segunda edición pasó a celebrarse en Los Ángeles de manera independiente, cómo DreamHack ha sido la cuna de grandes escenas, teniendo y apoyando muchos juegos, y eso es lo que buscamos, diversidad.

Luego, hemos visto nacer juegos como Fortnite, o Rocket League, que han evolucionado dentro del ecosistema, juegos que suben y bajan. El mayor ejemplo de esto fue StarCraft, que impulsó el crecimiento de los esports en Corea y al poco tiempo su crecimiento se paró en seco. Actualmente estamos viendo el declive también de varios juegos. Con esta volatilidad muy presente, trabajamos con los publishers pensando siempre en contar con todos los géneros posibles.

Así, en Esports City League contamos con Counter-Strike, Fortnite, Rocket League, Clash Royale, o videojuegos menos conocidos, como Marvel Snap, que también cuenta con su comunidad. Tenemos SimRacing, ahora estamos metiéndonos en juegos de Blockchain. No tenemos Valorant o LOL, pero tampoco creemos que sea necesario, ya que estas comunidades están abordadas ya por otras organizaciones. Nuestro modelo es la diversidad, por eso la gente viene a nuestros eventos, y así es como DreamHack ha crecido como lo ha hecho.

ESB: Ya se ha desvelado la jornada presencial de la Superliga de League Of Legends que tendrá lugar en DreamHack Valencia. ¿Qué supone esto para vosotros y los esports?

AC: Bueno, si hay dos organizaciones verdaderamente maduras del sector, son la LVP y nosotros. De hecho, LVP se presentó por primera vez en el mercado en 2010 en DreamHack Valencia.

Obviamente, tenemos una relación de competidores de toda la vida, pero nos conocemos mucho, y al final nosotros en este sector somos pocos y tenemos muy buena relación con todos los agentes del ecosistema. 

Esta jornada presencial se planteó en su momento, tenía sentido para ambas partes, y creo que va a ser algo muy bueno para todos, tanto para organizadores pero sobre todo, para la comunidad. Y como ya he dicho, ese público concreto de LOL va a tener la oportunidad de disfrutar un evento tan diferente y diverso para ellos como es DreamHack. 

Creo que, además de ser un hito algo curioso dentro de la industria, es un síntoma de que el sector está madurando y estamos empezando a cooperar para que el sector sea más grande entre todos, nos protejamos un poco más como sector ante otras cosas que están pasando. Es algo que no hacíamos hasta el momento, viniendo de una competitividad absurda que no favorecía en nada al crecimiento del sector.

ESB: Más allá de esta competitividad, ¿por qué no hemos visto la presencia de juegos como LOL o Valorant en DreamHack?

AC: Humildemente creo que la pregunta está en ¿por qué un juego como LOL o Valorant no tiene representación en uno de los mayores festivales de esports en España?

Es decir, si buscas dirigirte a la comunidad de jugadores, tendrás que ir a los eventos donde más participantes haya, y su estrategia ha sido otra. Tampoco es que les haya ido mal.

Tal como yo lo veo, cuando cierras el circuito a paradas un poco más pequeña y endogámicas, donde tú te ves con gente del sector, y es fantástico, pero no estás trayendo gente nueva y no estás llegando a la masa de la comunidad, al final el riesgo que corres es perder un poco de interés. Creo que, en otros juegos con sistemas competitivos más abiertos como por ejemplo Clash Royale o Rocket League, que trabajan en que el título se vea en todas partes y que la gente haga lo quieran con ello, al final logran más gente y mayor visibilidad. Aunque esta es mi percepción, y creo que forma parte del famoso debate entre sistemas competitivos abiertos y cerrados. Lo vemos en el deporte tradicional, con casos como la NBA, más cerrado, o el tenis, posibilitando la celebración de una mayor variedad de competiciones y formatos. En los esports también contamos por tanto con estos formatos.

ESB: ¿Qué cosas podemos esperar de DreamHack de cara al futuro?

AC: Bueno, tras la fusión entre ESL, Faceit y DreamHack, nos hemos convertido en el primer unicornio de los esports. La misión del grupo por tanto es convertirse en el líder de la industria de los esports.

Por un lado y desde Encom, nos toca, por la parte de España, Portugal y Andorra, acompañar en este crecimiento, que no deja de ser un gran desafío, porque, aunque en los últimos años hemos hecho que los eventos crezcan, todavía estamos lejos de lo que estos eventos deberían ser.

Por otro lado y al final, nuestra visión es que los eventos de esports y en concreto DreamHack se conviertan en lo que es en el mundo de la música un Tomorrowland, o en entretenimiento y comics, la Comic-Con. Es decir, realmente queremos desarrollar todo el potencial que tiene la comunidad gaming. Es en lo que estamos centrados actualmente en Encom, que además es un desafío, porque lo que estamos viendo es que el territorio español a nivel internacional, puede perder relevancia, pues parece que todo el sector se está yendo hacia Asia y Latinoamérica. Regiones como Oriente Medio, India, o la ya mencionada Asia, se están llevando todo el foco de atención. Y el motivo no es otro que España cuenta con una de las mayores poblaciones envejecidas, y eso se nota. Más aún hablando de gaming y esports.

En cuanto a Esports City League, nuestro objetivo es seguir ampliando ciudades, con presencia en siete países del territorio europeo y latinoamericano durante los próximos tres años, con el fin de conectar a todas las capas amateur por ciudades, por países, con el ecosistema de DreamHack.

ESB: Y en cuanto a los esports, ¿qué podemos esperar?

AC: Como decía, y tomando como referencia el caso de ESL, Faceit y DreamHack, creo que, si el gaming es una cultura global, quizá tiene sentido que en mercados más pequeños las empresas que nos dedicamos a todo esto, deberíamos empezar a hablar de cómo colaborar más. Creo que el sector ya empieza a acercarse a una fase de concentración, y si queremos competir como país, tenemos que empezar a hacer empresas más grandes, para realmente ser y estar de manera internacional y global. Porque la realidad es que aún somos pocos, y quizá estamos algo “atomizados”. Y eso es un desafío muy grande. Vamos a ver si como sector somos capaces de hacerlo, y es que me parece que este es el mayor desafío de todos los que tenemos como industria.