El pasado lunes 3 de octubre, la Comisión de Cultura y Educación del Parlamento Europeo -CULT, por sus siglas en inglés- aprobó por unanimidad un informe parlamentario con el que se pretende impulsar el desarrollo de una estrategia común a largo plazo en la Unión Europea que permita consolidar el ecosistema del videojuego y los esports, retener talento y aumentar el rol que las instituciones europeas tienen sobre estos sectores.

En lo relativo a la financiación, CULT solicita el aumento en el número de producciones europeas de videojuegos, a través de un incremento presupuestario en los programas de financiación “Europa Creativa y “Horizonte Europa”. Ya que, según el informe, estos programas no se ajustan a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas del sector, que son grandes fuentes de innovación y empleo.

A su vez, el informe también pretende que, a nivel nacional, se protejan los estudios locales, a través de exenciones en las normas europeas sobre ayudas estatales.

En lo relativo a la potenciación y defensa de estos sectores, el Comité señala que la industria europea del videojuego «lucha actualmente contra una escasez crónica de talentos» y pide soluciones para desarrollar y retener a los talentos europeos.

Los eurodiputados solicitan que se promuevan los videojuegos que muestren los valores, la historia y la diversidad de Europa, ya que, al igual que los deportes fuera de la pantalla, también los videojuegos y los deportes electrónicos deben promover valores como el juego limpio, la no discriminación, la solidaridad, el antirracismo, la inclusión social y la igualdad de género.

Entre las propuestas concretas de CULT figuran el uso de los videojuegos y los deportes electrónicos en las escuelas y la creación del Observatorio Europeo del Videojuego que proporcione a las partes interesadas, datos armonizados y recomendaciones para el desarrollo del sector.

Aunque destaca que los videojuegos y los deportes electrónicos tienen un «importante potencial social y cultural» para conectar a los europeos, el texto sugiere que se aborden retos como el dopaje y el amaño de partidos en los deportes electrónicos, así como los «riesgos para la salud» que suponen el juego intensivo y los deportes electrónicos.

Esta propuesta debe pasar ahora el filtro de todo el Parlamento Europeo, que deberá votar su aprobación en las próximas sesiones de los días 9 y 10 de noviembre.

Si esta propuesta supone un mejor (que no necesariamente mayor) enfoque por parte de las instituciones públicas europeas hacia el sector, que implique la creación de nuevos espacios de desarrollo, y una mayor (esta vez sí) fuente de financiación para que los estudios europeos puedan tener mejor financiación en sus proyectos, o que los agentes del sector Esports de este territorio puedan aspirar a una mayor consolidación de nuestro sector, bienvenido sea. En el caso en el que se apruebe este texto, veremos cómo se traducen en hechos estas propuestas.