Esta semana una noticia nos ha llamado poderosamente la atención, y tiene como eje de la misma a Tencent y ¿sus ganas de controlarlo todo? Nos explicamos. Cuatro de las principales ligas franquiciadas de China, League of Legends Pro League (LPL), King Pro League (KPL), Peace Elite League (PEL) y CrossFire Pro League (CFPL), han anunciado que acudirían a la “Tencent Esports Anti- Match-Fixing Convention ”, así como otras nueve competiciones de deportes electrónicos operadas por la propia Tencent, que incluyen Call of Duty: Mobile Major, Clash Royale Pro League y QQ Speed ​​S League, entre otras.

La convención mostrará una base de datos a modo de «lista negra» desarrollada por Tencent Esports. Una vez que los jugadores o el personal de los clubs estén involucrados en el amaños de partidos, no podrán asistir a ninguna de las competencias de deportes electrónicos relacionadas con Tencent.

Cabe señalar que al parecer, en la convención también se tratarán temas antidopaje. No está claro cómo se está desarrollando el procedimiento o qué sustancias se prohibirán.

¿Qué nos ha llamado la atención entonces?

Pues sencillo. Estos temas ya los trata la Esports Integrity Commission, organismo que lleva años realizando estas funciones, que está considerado como un referente en la industria y que ha destapado algunos de los casos más importantes de la historia reciente de los amaños de partidos en Europa y América.

Evidentemente que el movimiento de Tencent es completamente lícito, pero nos preocuparía que al igual que ha ocurrido con tanta «federación de esports», que al final, y mientras no se demuestre lo contrario, no ha valido para nada, se pueda fragmentar el mercado en torno a un tema tan importante para el futuro de la industria como este. Obviamente, «la competencia» es buena, y que haya otros organismos que velan por la seguridad e integridad de los esports es siempre una buena noticia, pero dado que, no lo olvidemos, el mercado es aún un nicho, quizás la opción más inteligente sería hacer causa común.