Sony confirmó ayer martes que despedirá a aproximadamente 900 empleados de su división de juegos PlayStation, lo que representa cerca del 8% de su fuerza laboral enfocada en el negocio de videojuegos. Este movimiento se produce un mes después de que el principal rival de Sony en el ámbito de los videojuegos, Microsoft, anunciara el despido de casi 2,000 personas de Activision-Blizzard.

Jim Ryan, CEO de Sony Interactive Entertainment, describió los despidos como «tristes noticias» pero señaló que la compañía «llegó a la conclusión de que las decisiones difíciles eran inevitables«. En un memorando a los empleados, Ryan comunicó la difícil decisión de reestructurar operaciones, lo que lamentablemente incluye una reducción de la plantilla. Estos cambios impactarán a gente con mucho talento que han contribuido al éxito de la empresa. Ryan tiene previsto dejar su cargo de CEO en marzo.

El ejecutivo explicó que los despidos y la reestructuración más amplia eran necesarios para enfrentar ciertos desafíos asociados a un «paisaje económico en evolución» en el mundo de los videojuegos, incluyendo cambios en la forma en que se desarrollan, distribuyen y lanzan los productos. “Después de considerarlo cuidadosamente y tras varias discusiones de liderazgo durante varios meses, quedó claro que se necesitaban hacer cambios para continuar creciendo el negocio y desarrollar la compañía”, dijo Ryan.

Los despidos afectarán a la división de juegos de Sony en todo el mundo, con reducciones de personal en Estados Unidos, Europa, Medio Oriente, África, Japón y la región de Asia-Pacífico. Los empleados afectados en Estados Unidos fueron notificados el martes.

Varios estudios de PlayStation sentirán el impacto de la reducción, y el estudio de Londres de Sony cerrará por completo. Este estudio fue responsable del desarrollo de varios títulos basados en realidad virtual para Sony, incluyendo el shooter en primera persona «Blood & Truth» y «PlayStation VR Worlds».

Ryan afirmó que los cambios son dolorosos pero necesarios, ya que «la industria ha cambiado inmensamente y necesitamos prepararnos para el futuro para establecer el negocio para lo que viene«. La decisión se tomó con el objetivo de favorecer las expectativas de desarrolladores y jugadores y continuar impulsando la tecnología futura en el gaming.

Sony, que ha vendido más de 50 millones de consolas PlayStation 5 en todo el mundo desde su debut hace más de tres años, al igual que otras compañías de videojuegos, se ha visto afectada por una disminución global en las ventas de hardware y títulos en los últimos años. En 2022, la división de juegos experimentó una caída de más del 5%, según Reuters, y el año pasado apenas logró un rebote del 0,6%, lo cual no fue suficiente para compensar completamente la pérdida del año anterior.