No se puede negar que el año ha empezado calentito… El asunto despidos en el sector tecnológico está afectando también a los esports como ya hemos venido comentando, hasta el punto de afectar a uno de los motores de la industria, Riot Games. Por primera vez en la historia de la empresa, Riot está reduciendo su personal.

Riot despidió el 18 de enero a parte de su fuerza laboral, principalmente reduciendo las áreas de reclutamiento, recursos humanos, soporte y deportes electrónicos. Riot emplea aproximadamente a 4.500 personas en todo el mundo, y los despidos afectaron a un total de 46 empleados, lo que significa solo el 1% de la fuerza laboral de la empresa.

Riot Games implementó cambios estratégicos dentro de unos pocos equipos para agudizar nuestro enfoque en una serie de áreas. Con estos cambios se eliminaron ciertos roles, impactando a un total de 46 Rioters. Esto es parte del curso normal de nuestro negocio: periódicamente hacemos cambios en nuestra estructura y nuestros equipos en función de lo que creemos que nos permitirá ofrecer el mejor contenido y experiencias para los jugadores.

Nunca tomamos estas decisiones a la ligera y siempre comenzaremos con el deseo de retener a los Rioters y hacer que se concentren en nuestras principales prioridades. Si bien eso no siempre es posible, es nuestro objetivo principal

Representante de asuntos corporativos de Riot

Robo del código fuente

Por ese lado el problema parece no ser tan grave, pero como se suele decir, a perro flaco todo son pulgas y a Riot le ha surgido un nuevo frente que si que podría suponer un problema mayúsculo.

Dos días después del anuncio de los despidos, el 20 de enero, Riot Games anunció en Twitter que su entorno de desarrollo había sido comprometido por piratas informáticos a través de un ataque de ingeniería social. Debido a la naturaleza del ataque, el estudio también confirmó que la brecha causaría algunos retrasos en el lanzamiento y desarrollo de contenido futuro para sus títulos.

Riot actualizó a los jugadores sobre la situación en Twitter el 24 de enero, confirmando que, si bien la compañía confía en que no se comprometió ningún dato de los jugadores, los piratas informáticos obtuvieron el código fuente de Teamfight Tactics, League of Legends y un sistema anti-trampas. El código fuente robado supuestamente incluía muchas características experimentales inéditas, como modos y cambios que podrían haber estado disponibles para los jugadores en el futuro.

Poco después de la brecha de seguridad que produjo el robo, Riot recibió un correo electrónico de los atacantes que incluía una nota de rescate, que hasta ahora se ha negado a pagar. Motherboard de Vice logró obtener una copia del correo electrónico en el que los hackers solicitaban un pago de $ 10 millones a cambio de su promesa de eliminar el código fuente robado de sus servidores y proporcionar información sobre la violación, así como «ofrecer consejos para prevenir futuros incumplimientos«.

Quienes estaban detrás del ataque también afirmaron que se trataba de un «hackeo de nivel amateur» y que querían recordarle a Riot que «sería una pena ver a su empresa expuesta públicamente, especialmente cuando se enorgullece de sus medidas de seguridad«, ofreciendo un enlace de Telegram para que ambas partes se comuniquen.

La desarrolladora podría enfrentarse a problemas importantes como resultado de la publicación del código fuente. La posibilidad de que aparezcan nuevos cheats indetectables como resultado de una filtración es alta, y Riot ya lo ha reconocido, afirmando que está preparada para «implementar soluciones lo más rápido posible si es necesario«.