En el día de ayer, los compañeros de Palco23 desvelaban un hecho que seguramente pueda suponer un punto de inflexión en lo que conocemos como esports a día de hoy.

Y es que el máximo organismo del deporte español, el Consejo Superior de Deportes ha abierto la primera mesa de diálogo con el sector de los deportes electrónicos, aunque aquí viene un poco la controversia y el punto clave: se centrará únicamente en los juegos que simulan modalidades deportivas. El objetivo es identificar posibles vías de colaboración en el futuro y conocer la realidad de esta industria (que en este caso sería conocer una realidad bastante parcial).

Arístegui ha señalado que la pretensión es introducir en la agenda la “posible promoción y proyección exterior de los juegos digitales de deportes (eSports) dadas las dimensiones que ha adquirido este ámbito”. Asimismo, ha abierto la puerta a que “el sector público y privado colaboren para explorar áreas de interés”. Volverá a haber una segunda mesa de diálogo en septiembre.

Joaquín de Arístegui, director general del CSD

Al acto han acudido representantes de dos ámbitos bien distintos. Por un lado, representantes del ámbito más asociado al deporte tradicional de los esports. Entre ellos, cargos de LaLiga, Dorna Sports, Movistar, Webedia y la federación de fútbol. Por otro lado, agentes más ligados al ecosistema esports, como José Ramón Díaz, presidente de la Asociación de Clubes Españoles (ACE); Unai Muñoz, director de la filial de ESL en España; José María Moreno y Sergi Mesonero, ex fundador de la LVP y ambos representantes ahora de la Asociación Española de Videojuegos; y Alfonso Verdugo, consejero delegado de Fire eSports.

Parece que de proseguir estas conversaciones, y dadas las claras intenciones del CSD, quizás podríamos estar hablando de la llegada del momento en el que los esports, esa palabra tan amplia, empiecen a adquirir un significado diferente.