A estas alturas del partido, no vamos a descubrir a Mahou San Miguel en los esports. La compañía es un referente en el sector no solo por patrocinar diferentes entidades, sino por su compromiso y por el contenido que está generando, informativo, formativo, entretenido y de calidad. Y uno de esos formatos es #UnaCañaCon.

#UnaCañaCon continúa superándose en su tercera temporada de emisión, contando en el divertido formato con la participación de perfiles muy solicitados por el fiel público del programa. Es el caso del gamer Werlyb, a quien esta semana Carolina y Kikillo han recibido en el Bar Bara, confirmando una vez más que los encuentros de calidad entre las personas son esenciales para vivir mejor.

Un chaval currante, amante de los videojuegos y que no ha parado de esforzarse para ser cada vez mejor”. Así se describe a sí mismo Jorge Casanovas, “Werlyb” , uno de los streamers más reconocidos de nuestro país que tras retirarse de su trabajo como jugador profesional de League of Legends, realiza directos en Twitch que ven una gran comunidad de seguidores.

Werlyb confiesa a los anfitriones del Bar Bara que jamás habría esperado llegar tan lejos y que de pequeño ni siquiera se habría imaginado poder dedicarse a lo que más le gustaba. Eso sí, afirma que su familia siempre ha sido muy gamer y que eso le influenció bastante a la hora de adentrarse en el mundo de los esports.

Entre risas y bromas, el invitado descubre los entresijos de la vida del streamer: directos diarios de hasta 10 horas, charlas de trabajo con compañeros del sector, eventos, viajes, entrenamientos… Lo que cualquier joven amante de los videojuegos podría soñar. Aún así, no todo es tan maravilloso como parece, por eso el protagonista de esta entrega de #UnaCañaCon acabó retirándose de las competiciones profesionales: “Hay que ser muy constante, amar el juego y, sobre todo, ser autocrítico […] si quieres ser el mejor, tienes que tener un don y sacrificarlo todo«, afirma.

Hoy en día hay muchos jóvenes que desearían alcanzar el éxito de los streamers profesionales. Pero Werlyb deja claro que no es un camino sencillo y lanza un mensaje a todos esos chavales: “Si creen que pueden y es su pasión, que vayan a por ello, pero hay que ser realista y entender que es muy difícil llegar a ser un profesional en esto”.

Werlyb se sincera con Carolina y Kikillo contándoles como aprendió a gestionar las derrotas con el paso de los años, hasta que entendió que lo único que debía conseguir y que podía hacerle feliz era encontrar el equilibro entre trabajar mucho y dedicarse tiempo a sí mismo.

Pero no todo gira en torno a los videojuegos en la vida de Werlyb, ya que este gran gamer tiene algunos proyectos a largo plazo, desde tener su propia marca de ropa hasta volver a competir uniéndose a un club de esports.