Al fallecer, las cuentas de Steam y las licencias asociadas no son transferibles según los términos de servicio de Valve. Esto significa que legalmente no puedes legar tu cuenta a otra persona. Si bien algunas personas han intentado incluir sus cuentas de Steam en sus testamentos, Valve no proporciona asistencia para este tipo de solicitudes ni cambia las políticas establecidas para permitir la transferencia de cuentas después de la muerte del propietario.

La política de no transferencia puede resultar problemática ya que muchas personas acumulan bibliotecas extensas y costosas de juegos digitales a lo largo de los años. En la práctica, algunos usuarios comparten sus credenciales de acceso con familiares o amigos cercanos para que puedan continuar usando la cuenta, pero esto no está oficialmente permitido por Valve y podría contravenir los términos de servicio si se detecta.

Este problema refleja una cuestión más amplia en la era digital: la propiedad y herencia de bienes digitales. Mientras que los bienes físicos pueden ser fácilmente transferidos, los activos digitales están sujetos a restricciones más estrictas. Hasta que no haya un cambio significativo en la legislación o en las políticas de las empresas tecnológicas, esta situación seguirá siendo un área gris en la gestión de activos digitales post mortem.

Para muchos, la solución sería un cambio en las políticas de empresas como Valve para adaptarse a la realidad de sus usuarios, permitiendo transferencias de cuentas de forma más sencilla y oficial. Sin embargo, esto requeriría renegociar los términos con los editores de juegos y otros socios, lo que no parece estar en la agenda inmediata de Valve.

En resumen, aunque legalmente no puedes transferir tu cuenta de Steam, la práctica de compartir credenciales sigue siendo común aunque no esté respaldada oficialmente. Este es un aspecto de la vida digital que aún necesita evolucionar para reflejar mejor las necesidades y expectativas de los usuarios en la era moderna.