Las marcas de ropa no podían tardar mucho en llegar a los esports. Sean considerados deporte o no, está claro que comparten demasiados elementos competitivos como para que marcas de ropa deportiva dejasen pasar la oportunidad de entrar en un nuevo sector en auge. Hoy nos encontramos con dos noticias al respecto, aunque por dos motivos bien distintos; por un lado el problema legal de FaZe por su nombre, idéntico al de una marca de ropa, y por otro lado el patrocinio de Splyce por Foot Locker con posibles vistas a la EU LCS.

 

El lío surgido por el nombre de FaZe Clan vs FAZE Apparel

Aunque suene un poco rocambolesco, no es la primera vez que nos encontramos con problemas en el tema de las marcas en los esports. Ya en su momento tuvimos los casos del logo de la Overwatch League y la NBA (resuelto sin contratiempos) o más recientemente el del logo de Eleague con Adidas (con grandes similitudes y a día de hoy pendiente de resolución). La noticia de hoy atañe a FaZe Clan, y no tanto a su marca distintiva, sino a su nombre.

 

Y es que parece que la compañía de ropa con sede en San Francisco, FAZE Apparel (con evidentes similitudes en el nombre), habría demandado a la organización de esports por una supuesta infracción de marca registrada en la indumentaria. Evidentemente, el motivo de la infracción es el uso de la palabra «Faze» que se puede ver a lo largo de toda la gama de ropa de FaZe Clan, según informa ESPN. Debido a este caso, el 22 de mayo, el juez R. Gary Klauser emitió una orden preliminar contra FaZe Clan que impide a la organización vender cualquier mercancía que muestre la palabra «Faze» sin «Clan» especialmente en lo que responde a prendas de vestir.

 

Y ojo porque en USA no se andan por las ramas con estos temas. Según parece, la marca de ropa tienen intención de pedir una cuantía por daños y perjuicios que ascendería a $2 millones basándose en los honorarios de los abogados, la acusación por falsificación y por daños morales. La cosa no pinta bien para la compañía de esports, ya que FAZE Apparel fue registra en junio de 2014 como marca de ropa, antes de que FaZe Clan intentara registrar «FaZe» y «FaZe Clan Sniping With» también como marca de ropa, siendo obviamente rechazada por la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de los EE. UU. por la similitud con la marca FAZE.

 

Posteriormente, en 2015, parece que FaZe encontró la fórmula registrando «FaZe Clan» como marca para videos, videojuegos y vestimenta, abriendo el target de categorías de la marca y esta vez si, siendo aprobada. Según ESPN, FaZe Clan ya intentó en febrero de este año tener acuerdos de licencia con FAZE Apparel que no llegaron a buen puerto y que podrían haber hecho saltar la libere para esta complicada situación, que esperemos se resuelva de la mejor manera posible para ambas partes.

 

Splyce y su acuerdo con Foot Locker para su posible llegada a EU LCS

Pasamos de la parte desagradable a otra mucho más interesante. Splyce, organización de esports americana, anunció ayer el acuerdo de patrocinio con la división europea de Foot Locker. Y es precisamente el hecho de que sea con la división europea lo que ha hecho saltar los rumores de que Splyce podría estar interesada en presentarse a la EU LCS. De momento no hay mucha información al respecto, pero teniendo en cuenta su tercera posición en el pasado split de primavera, no sería extraño que la organización quisiese formar parte de la próxima liga franquiciada de Riot.

 

Más allá de esto, el acuerdo tiene como intención que Foot Locker apoye a la organización en cuanto a estilo de vida y rendimiento. El aspecto del estilo de vida es entendible, pero de nuevo volvemos a una costumbre que ya inició Immortals con su acuerdo con K-Swiss que no logramos ver, y es cómo va a afectar un calzado en el rendimiento de una partida de esports…

 

De todas formas, viniendo de Splyce no nos sorprende nada, dado que ya nos dejó atónitos con su acuerdo con Turtle Wax… Lo que está claro es que tener de compañero de viaje a Foot Locker es un gran paso, dado que es uno de los minoristas de calzado más grandes del mundo, con unos ingresos anuales de $7.7 billones en 2017.