Este viernes tuvimos el placer de asistir a la segunda edición de los EBLive Awards. No pudimos lograr que nuestra nominación como finalista se transformara en premio, pero estamos muy orgullosos de haber tenido dos nominaciones finales en dos años consecutivos y de que Esports Professional, empresa de nuestro grupo, se llevase por segundo año consecutivo el Premio a la Mejor Formación Especializada en Esports.

Una gala donde se repartieron premios por supuesto, hubo alegrías, risas, anécdotas, pero que sobre todo queremos destacar por dos motivos.

El primero, hablando puramente de la gala, es que los EBLive se han consolidado en tan solo dos ediciones como los premios nacionales a la industria. Las cifras así lo atestiguan con muchísimas nominaciones, votantes, eco en medios del sector y generalistas y con una gala que fue lo que tenía que ser: dinámica, ágil y premio, premio, premio. Práctico, con gran producción, grandes presentadores y yendo a lo que se tiene que ir, que en los tiempo que corren hoy en día en nuestro hermano mayor el gaming, lo cierto es que se agradece. No hacía falta parafernalia adicional, no la hubo y el ritmo de la gala, sus galadonados y toda la preparación estuvo perfecto.

Pero es en el segundo mensaje en el que nos queremos detener más. Un mensaje que se dio en algunos de los discursos de los ganadores, y que en las tres parada previas en Madrid, Barcelona y Tenerife también había salido ya a la palestra. La situación del sector. No hay que esconderla. Esto es una gala profesional con profesionales del sector y todos sabemos lo que está ocurriendo y cómo están las cosas.

Pero si precisamente queremos destacar esta parte es por la visión de la propia industria y de los galardonados, que por algo lo son y por algo están tirando, junto a muchos otros, del carro de la industria. Y el mensaje era claro: si, esto está mal, pero estamos aquí como sector para remontar la situación. Lo primero para solucionar un problema es reconocerlo, y el sector no está mirando para otro lado.

Sabemos que va a tocar sufrir porque los cambios no son fáciles, pero tenemos una industria sólida, unos actores con experiencia y unos premiados y nominados que no los son por casualidad y que van a hacer que los objetivos se lleven a buen puerto.

Así que está gala de los EBLive Awards la queremos tomar como un punto de inflexión para la industria. Una gala que más allá de los premios, que obviamente son importantes, supo enseñar al sector y los que no están en el sector, que los esports tienen un futuro brillante. Que si a un niño o niña de 10 años no les puedes exigir que sea el cabecilla de la familia, a una industria de la misma edad tampoco le puedes pedir cosas imposibles, aunque las hayamos hecho en el pasado.

Queda un año entero por delante para volver a vernos en los EBLive Awards 2024 y esperamos dos cosas: Una edición que siga mejorando como hasta ahora, más grande, con más premios… Por pedir que no quede.

Y sobre todo una edición donde los premiados y nominados hayan demostrado durante 2024 que los esports están muy vivos, que tenemos industria para rato y hagan a la organización de EBLive Awards no dar abasto porque van a tener que entregar tantos premios que van a tener que redoblar esfuerzo.

Nos vemos en 2024, si o si, ganando premios o no, pero con una industria más fortalecida y que empieza a remontar desde ya.