Con motivo de las próximas elecciones federales de 2017 en Alemania, se empiezan a ver noticias que asocian los esports a programas de diferentes partidos políticos. En este caso la noticia proviene del partido de la canciller Angela Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), que ha incluido un compromiso con los esports en su plataforma electoral.

 

Si bien es sólo una pequeña referencia, los esports se han colado en el programa de gobierno de los conservadores, un manifiesto que describe las ideas políticas del partido para el próximo período de 2017 a 2021.

 

Los videojuegos son un «activo cultural importante«, según la CDU. Los conservadores prometen «apoyar positivamente el desarrollo de los esports y velar porque se cumplan las condiciones adecuadas para ello“.

 

El apoyo de la CDU a los esports se produce un mes después de que su actual socio de la coalición y competidor político, el Partido Socialdemócrata, incluyera también los esports en su manifiesto.

 

Dejando al margen la campaña electoral federal, el apoyo repentino de la CDU a los esports es una sorpresa para muchos. Tradicionalmente, el partido conservador de Merkel no ha sido especialmente conocido por su defensa  de los videojuegos. Thomas de Maizière, ministro de Interior de la CDU, revitalizó el término «Killerspiele» (Juegos Asesinos), culpando en parte a los videojuegos violentos como Counter-Strike: Global Offensive del tiroteo de 2016 en Munich.

 

Otro ejemplo llamativo del rechazo de la CDU a los videojuegos data de 2012, cuando su grupo parlamentario protestó enérgicamente contra la nominación de Crysis 2 como «mejor juego alemán» para el Deutscher Computerspielpreis (premios alemanes de videojuegos), un premio que surgió debido a la propuesta conjunta de la CDU y el SPD en 2009. Wolfgang Börnsen, portavoz de la CDU, estaba tan indignado por otorgar  el premio a un «shoot-‘em-up» que incluso propuso reemplazar al jurado.

 

En lo que respecta al reconocimiento de los esports como deporte en Alemania, la CDU tampoco está por la labor. El año pasado, Frank Henkel, senador de Interior en Berlín, respondió a una solicitud del Partido Pirata sobre el reconocimiento de los esports con la excusa de que se trata tan sólo de “una tendencia» que no es elegible para ser considerada deporte. Henkel citó las directrices establecidas por la Confederación Olímpica de Deportes Alemana (GOSC), que argumentan que los esports «carecen de su propia actividad motora«.

 

Para el grupo de lobby de videojuegos más influyente de Alemania, el BIU, la mención de la CDU sobre los esports en su manifiesto es otra gran victoria. El grupo que representa los intereses de ESL, Activision Blizzard y Riot Games en Alemania, lanzó una división dedicada a los esports en junio del año pasado. En enero, la BIU exigió públicamente el reconocimiento de los esports por todos los partidos políticos. Garantizar el apoyo del partido más grande de Alemania, la CDU, es ciertamente el mayor logro de este grupo.

 

Una vez mas, hay que insistir en que todavía es poco probable que los esports desempeñen un papel importante en las elecciones. Con los dos grandes partidos básicamente haciendo las mismas declaraciones de apoyo, pero sin un programa claro sobre esports, éstos aún no son un tema que polarice al electorado ni un tema que sea lo suficientemente grande para atraer todavía a los votantes. Al igual que en el caso de la oposición, parece tratarse más bien de una inteligente decisión de campaña que puede hacer ganar unos pocos votos, pero no algo que conlleve una acción significativa en el futuro cercano.