Hace tiempo que se sabía y se venía rumoreando acerca de este movimiento, pero no por ello es menos esperado y menos importante. El FC Barcelona ya ha estado haciendo varios guiños a los esports. Primero en la forma de eFootball.Pro, gracias a la participación de Gerard Piqué y hoy por fin da un paso más saliéndose de lo que es el fútbol y sus respectivos simuladores.

 

Para ello el FC Barcelona ha creado un equipo de Rocket League, videojuego que combina lo mejor del fútbol y del motor. El Barça competirá en los eventos más importantes de la escena como la Rocket League Championship Series y estará presente en eventos internacionales que reúnen a los mejores equipos del mundo como DreamHack.

 

Hay que aclarar que mucho se ha rumoreado sobre el FC Barcelona y Rocket League, especialmente con su supuesta participación en la LPE. De momento la liga no ha arrancado y esta es la primera vez que el club confirma oficialmente al equipo y de hecho en la nota de prensa no se habla para nada de esta competición y si de una competición ya consolidada como RLCS.

 

La plantilla blaugrana estará compuesta por el español Adrián “Bymateos” Mateos y los jugadores británicos David “Deevo” William y Daniel “Bluey” Brian, ambos ganadores de la última Rocket League Championship Series. También formará parte del conjunto el francés Yanis “Alpha54” Champenois, una joven promesa que ya se ha hecho un nombre en la escena competitiva de Rocket League.

 

El británico Robert “Roken” Kendall ejercerá de manager y será el encargado de dirigir al conjunto azulgrana con un estilo de juego basado en la combinación y el trabajo grupal, una forma de jugar muy ligada a los valores del FC Barcelona. “Formar parte del FC Barcelona es el mayor galardón que cualquier deportista puede alcanzar, por lo que me siento profundamente honrado de dirigir a este equipo”, señala el propio entrenador. Bajo su punto de vista, “que el FC Barcelona se una a Rocket League es un éxito tanto para el club como para la comunidad”.

 

Poco a poco los equipos van saliendo de su zona de comfort, síntoma inequívoco de que cada vez más valoran la importancia de los esports.