Poco se habla en los esports de lo acontecido la semana pasada en el mundo del fútbol. Será por las fiestas o será porque no nos toca de manera totalmente directa, pero hoy que es un día más tranquilo quería hacer una pequeña reflexión, ya que esta noticia tiene más importancia de lo que a simple vista parece.

Por poner en antecedentes al lector, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en el caso de la Superliga de fútbol, considera en su fallo que hay abuso de poder por parte de las reglas FIFA y UEFA y que  las competiciones creadas por clubs no son contrarias al derecho europeo. Es decir, nada impide que los clubs de fútbol monten sus propias competiciones. O dicho de otra manera: ni la FIFA ni la UEFA son las dueñas del fútbol.

La sentencia es la siguiente:

Las normas de la Fédération Internationale de Football Association (FIFA) y de la Union des Associations Européennes de Football (UEFA) que supeditan a su autorización previa cualquier proyecto de nueva competición de fútbol de clubes, como la Superliga, y que prohíben a los clubes y a los jugadores participar en la misma, so pena de sanciones, son ilegales.

Ello se debe a que las facultades de la FIFA y de la UEFA no están sujetas a ningún criterio que garantice su carácter transparente, objetivo, no discriminatorio y proporcionado. Asimismo, las normas que atribuyen a la FIFA y a la UEFA un control exclusivo sobre la explotación comercial de
los derechos derivados de estas competiciones pueden restringir la competencia, habida cuenta de la importancia que estas últimas tienen para los medios de comunicación, los consumidores y los telespectadores.»

Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el caso de la Superliga.

Todo lo que ocurra a partir de aquí ya entra en el ámbito de lo opinable. Esa nueva liga creada por los clubs, u otras competiciones que se puedan crear, pueden ser buenas, malas, sostenibles o irrealizables, ayudar a mejorar el fútbol o hacerlo retroceder. Quién sabe, nadie tiene una varita mágica. Pero lo que está claro, y dilucidado en un tribunal, es que no solo los clubs, sino cualquier otra entidad, tiene derecho a llevar a cabo competiciones de fútbol, no es un coto exclusivo o un monopolio de la FIFA o la UEFA.

Y es aquí donde llegamos a la parte de los esports y a lo que hemos estado debatiendo durante años y que algunos se empeñan en no ver. Los esports no son deporte, y menos aún fútbol. Y si ya con esta sentencia no se quiere admitir, no hay más ciego que el que no quiere ver.

El titular es claro. Los esports no son fútbol, ni son otro deporte, porque aquí si que existen una “FIFA o UEFA” autorizadas. Se llaman publishers, ostentan la Propiedad Intelectual de los títulos bajo los cuales se desarrollan los esports, y aquí si o si hay pasar por ellos para cualquier acción ligada a alguno de sus juegos. Y esto, de nuevo, puede ser bueno, malo hacer los esports más sostenibles, que no evolucionen… es opinable,, pero lo que no es opinable es que existe una figura que nos diferencia total y absolutamente del deporte tradicional.

Así que por mucho que diferentes federaciones de diferente tipología intenten acercarse a los esports, por mucho que en algunas regiones del mundo se empeñen en meter a los esports en leyes del deporte, por mucho que se oigan globos sonda de los JJ.OO, lo cierto es que los esports nunca van a ser deporte.

Y ni tiene sentido modificar leyes deportivas para incluir a los esports, ni tiene sentido no contar con los publishers. Porque el día que eso ocurra, no debemos preocuparnos por los esports, deberemos preocuparnos por nuestro estado del bienestar ya que estaremos incumpliendo uno de los derechos más fundamentales, el derecho a la propiedad.

Así que aunque creo que a nivel de esports esto estaba bastante claro, para todos aquellos que no están en la industria, que están mirándola desde fuera y pensando cómo acceder a ella o planteando nuevas fórmulas, simplemente que tengan una cosa clara: los esports no son deporte, son entretenimiento. Y ahora ya, aunque de forma indirecta, con una sentencia europea que lo deja bien clarito.