En la última gran actualización del software anticheat RICOCHET, más de 23.000 tramposos de Call of Duty han sido baneados del juego. Tal y como está la situación actualmente en el mundo gaming, y con las últimas noticias nada positivas sobre los hacks sufridos por varias desarrolladoras, esto supone una pequeña victoria para la industria y un paso en la dirección correcta para Call of Duty.

Cuando se lanzó el sistema anti-trampas de RICOCHET, el equipo de Activision declaró que estaban «dedicados y decididos a hacer evolucionar el sistema anti-trampas de Ricochet con el tiempo, luchando por la comunidad contra aquellos que pretenden arruinar la experiencia de juego«.

Parte de ese objetivo se demuestra en esta implementación continua del aprendizaje automático para ayudar a combatir a los tramposos. Sin duda, esta es otra capa de seguridad para tratar de prevenir a los piratas informáticos y asegurarse de que reciban una prohibición en MW3 o Warzone.

Además, Microsoft, que ahora es propietario de Activision Blizzard, afirmó en una publicación de blog que habrá “nuevas incorporaciones a Ricochet Anti-Cheat, así como nuevos planes antitoxicidad para continuar brindando un entorno online divertido, justo y acogedor para la experiencia para todos los jugadores”.

Activision afirmó además que la privacidad del jugador es «extremadamente importante» y proporcionó información sobre hasta qué punto el controlador a nivel de kernel está activo en su PC. Para ello explica cómo funciona el software en cuestión.

  • El controlador a nivel de kernel funciona SÓLO mientras se juega en PC.
  • El controlador no está siempre activo.
  • El controlador monitorea el software y las aplicaciones que interactúan con el juego.
  • Cuando cierras el juego, el controlador se apaga.

Parece que el sistema antitrampas RICHOCET está haciendo un trabajo bastante sólido al manejar a los tramposos de Call of Duty y esperamos que mejore a medida que se implementen más actualizaciones.