Volvemos a uno de los temas recurrentes del sector y de nuevo a ver las carencias de algunos organismos… En concreto hablamos de una de las eternas preguntas: ¿Deben ser los esports Juegos Olímpicos?

 

Como siempre, ante cuestiones tan radicales, suele haber un posicionamiento bastante claro en uno u otro sentido. En esta caso, y hablando  de organismos representativos  de los Juegos Olímpicos, tenemos por un lado a quienes imponen la cordura y piensan que lo lógico es consultarlo y tomar una decisión consensuada una vez analizados todos los datos, como es el caso de Tony Estanguet, co-presindente de la candidatura de los juegos olímpicos de París 2024… y por otro lado están quienes demuestran no sólo un desconocimiento absoluto del sector, sino una total falta de criterio y objetividad que se presupone a organismos de semejante importancia.

 

Este es el caso de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, que en el marco de una entrevista para un medio chino y al ser preguntado por los esports, se ha despachado con las siguiente declaraciones: “Queremos promover la no discriminación, la no violencia y la paz entre los pueblos, algo que no se corresponde con vídeo juegos en los que hay violencia, explosiones y muertes, así que hay que trazar un límite claro. Es un industria con mucho éxito, pero todavía no está realmente organizada.

 

Que el señor Bach no respeta a los esports, es algo que por desgracia ya ha demostrado en otras ocasiones. En abril de este mismo año el presidente del COI no sólo demostró una falta absoluta de conocimiento de los esports, sino una falta de criterio al basar sus argumentaciones en comentarios de personas que no representan el sector.

 

Hoy el señor Bach vuelve a la carga y lo hace tan sólo dos días después del que muchos han llamado el combate del siglo entre Mayweather y McGregor. Un evento deportivo de un deporte, recordemos, de carácter olímpico, en el que dos personas pelean con golpes físicos, con consecuencias físicas reales, por dirimir quien es más fuerte. Evidentemente, esto es una simplificación absoluta del boxeo y no demuestra sus valores, pero es el ejercicio que el señor Bach está realizando con los esports.

 

Puestos a seguir con este símil, según la RAE, violencia significa: “Uso de la fuerza par conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo”. Esta definición no habla ni de armas, ni de personajes virtuales que representan a una persona, ni nada por el estilo. Por lo tanto, y remarcando una vez mas que esto es sólo un ejemplo ilustrativo, para el señor Bach un deporte olímpico como el boxeo es violento…

 

Como lo son deportes olímpicos en los que jugadores que cobran millones, pegan patadas en la espalda al rival, le muerden la oreja, se lían literalmente a mamporros con sticks, etc. No seremos nosotros quienes pongan en duda la imparcialidad del señor Bach, pero resulta cuanto menos extraño que sólo mire o interprete ciertos valores de los esports y no otros como la amistad, camaradería, superación, trabajo en equipo, esfuerzo, sacrificio… Son actitudes como esta las que luego  hacen que en otros ámbitos se mire de reojo a los esports, porque lamentablemente, nos guste o no, personas como el presidente del COI son quienes influyen en las decisiones.

 

Desde eSports Bureau, como medio informativo, no nos posicionamos ni a favor ni en contra de que los esports puedan ser considerados o no deportes, y puedan ser olímpicos o no. Hay argumentación en uno y otro sentido y muchos actores relevantes del sector no quieren que se los comparen con los deportes tradicionales, pero  por suerte es un debate que va en paralelo a la industria. Lo que si criticamos desde estas líneas es la falta de criterio y las pocas ganas de informarse correctamente para emitir un juicio, lo mismo que hicimos con el caso del PSOE en Canarias y seguiremos haciendo con cualquier otro caso similar.

 

Sólo entendiendo los esports y hablando con representantes del sector se puede tener una idea real de esta industria y después forjar una posición, pero comentarios banales como que los esports son violentos cuando vemos casos de violencia en los deportes tradicionales de manera frecuente, no parecen la manera más correcta de tomar decisiones de este calibre.