Reflexiones sobre la situación de CS:GO en España tras el conflicto sucedido entre LVP y varios clubs españoles
No debemos hablar en términos de buenos ni malos, quizás si exigir un poco más a Valve a la hora de desarrollar la escena competitiva de su título, y tomarlo como una oportunidad para el sector
La reciente situación generada entre la LVP y los equipos que abandonan la competición de Superliga Orange de CS:GO, bien merece unas reflexiones. Lo que comenzó siendo un rumor ha acabado desembocando en algo previsible tras haber abierto la LVP un nuevo plazo de candidaturas para la selección de equipos.
Desde luego, la salida de equipos top españoles como Movistar Riders, Vodafone Giants, Team Heretics, X6tence, Team Queso, MAD Lions y Cream eSports puede afectar a la competición y al panorama de CS:GO en España, pero haríamos mal en pensar en términos de malos y buenos.
Equipos vs Liga, razonamiento incompleto
Que los equipos quieran cobrar más protagonismo, tener más control sobre su futuro e intentar con esto hacer en la medida de lo posible más sostenible su organización, es algo absolutamente lícito y que no sólo hay que aplaudir, sino ayudar a conseguir. Por lo tanto, su postura es clara y sus intenciones loables.
Ahora bien, sería un error pensar que el enemigo está en casa y que las intenciones de LVP llevan alguna estrategia oscura oculta. Qué duda cabe que LVP tiene una situación de privilegio en el ecosistema español, eso no lo vamos a descubrir ahora, como tampoco lo haremos con las miles de opiniones que están a favor de pensar en un cierto monopolio. Dejando al margen opiniones, más o menos acertadas, y dando por descontado que al final esto es un negocio (donde radica la gracia de los esports) y cada uno debe de velar por sus intereses, el que suscribe estas líneas no cree que haya una mala fe en las negociaciones por parte de LVP, o que se haya querido perjudicar ex profeso a los equipos.
El problema, desgraciadamente, es más sencillo. Hablando vulgarmente “la cosa no da para más”, y me explico, que luego vendrán los que dirán que los esports son una burbuja, etc.
No es que el los esports no tengan futuro, simplemente el modelo que existe hoy en día es lo que hay. Por eso la insistencia desde nuestro miedo en contra de esas noticias tan grandilocuentes. Si, los esports están consiguiendo en muy poco tiempo cosas que otras industrias y deportes no han logrado en años, pero de ahí a que este sistema sea rentable aún… Se está apostando por un futuro, y de hecho puede que esta situación nos aclare algo al respecto.
¿Nadie habla de Valve?
Volveremos ahora a ver qué puede ocurrir a futuro, pero me ha extrañado sobre manera, y no sólo ahora que se ha producido esta situación, sino desde hace tiempo, que nadie diga ni mente a uno de los principales responsables: Valve.
No se trata de tomarlo como culpable, ni se trata de hacer comparaciones, que son odiosas, pero es que hay hechos objetivos que no se pueden negar. Si publishers como Riot Games llevan 10 años invirtiendo en crear una estructura competitiva sólida, unificada, argumentada, con coherencia y participando activamente de ella, es por lo que nos estamos asomando a que la parte profesional y semi-profesional de League of Legends esté empezando a ser rentable en algunos casos y con visos de serlo en otros (y aún así, hace bien poco teníamos un baño de realidad con las declaraciones del fundador de H2K)
Es un buen momento este para recordar que hablar de “esports” es decir mucho. Esta palabra conlleva diferentes títulos, diferentes tipologías de juegos y por supuesto, diferentes publishers.
Y en este caso, aunque es completamente lícito el modelo que la desarrolladora está llevando a cabo, personalmente creo que si la escena de CS:GO no va a más, habría que darle un pequeño tirón de orejas a Valve. Los The International de DOTA 2 o el IEM Katowice nos deslumbran si, y dejan unas cifras económicas de escándalo… Gran error si nos conformamos con eso y pensamos que es suficiente.
El modelo delegado de Valve es, cuanto menos, digno de estudio. Competiciones individuales, no hay una liga (no hablo ya de franquicias) que permita al menos dar una continuidad, una estructura real proveniente del publisher que se esté preocupando por sentar las bases de la escena amateur y por construir una escena a futuro.
No hay una estrategia a largo plazo; durante los últimos años venimos viendo año si, año también, cambios, pero al final es realmente difícil montar una escena sostenible sobre sus títulos si ellos no se implican (mientras Steam funcione…) y esto no implica prescindir de los Tournament Operators.
Con Dota 2 han perdido la carrera claramente con respecto a Riot, y con CS:GO lograron frenar la sangría de jugadores con el paso a Free To Play, pero su escena competitiva tiene serios problemas y si alguien se preocupa por mirar no solo las cifras de viewers, sino de jugadores, entenderá el porqué.
Por todo esto, no es de extrañar que cuando se intenta crear una competición sostenible a nivel local, la cosa no resulta fácil.
Un movimiento esperanzador
Volvamos a la situación que nos ocupa, toda vez que ya hemos visto que será la escena española la que se tenga que sacar las castañas del fuego, porque Valve ni está ni se le espera.
Con este panorama… ¿Quién se va a meter a realizar una competición de CS:GO que se rentable para los equipos más top españoles? El reto es grande. Si toda una LVP con un grupo como Mediapro detrás no le saca rentabilidad y sabe de lo que está hablando, ¿Quién puede asumir este papel?
Lo cierto es que contar con varias líneas de actuación te permite dividir el riesgo, hasta cierto punto. A eso podía estar jugando LVP, aunque algún dirigente ya ha dejado claro en Twitter que lo de recuperar las pérdidas de CS:GO con las ganancias de LoL, es una utopía total…
ESL ya tiene su competición de CS:GO y muchos de los equipos que ahora se van de Superliga Orange, hicieron lo propio en su momento con ESL, por lo que no tiene mucho sentido… ¿Quién queda en el panorama nacional que pueda acoger una competición? Y hablamos de alguien con experiencia. Novias no van a faltar a los equipos, pero daría un poco de miedo que alguien aprovechara la oportunidad para hacer su entrada en los esports acosta de esta situación…
No está el panorama para experimentos… ¿Podrían ser los propios equipos quienes consigan los patrocinios necesarios y fueran ellos mismos los gestores de la competición?
Ni buenos ni malos, aceleración
Retomando el principio de este artículo, creo que no existen ni buenos ni malos. Existen los esports (y aquí si pongo la s final conscientemente). Un fenómeno que está arrasando pero que falta asentar, y cuya velocidad de crucero puede ser muy positiva, pero ojo que tiene su doble filo.
Si nos damos cuenta, lo que se está planteando en estos momentos con la escena de CS:GO a nivel local, apenas ¿4-5 años? desde que podemos decir que los esports son conocidos o están ciertamente asentados a varios niveles en nuestro país (no sólo el económico), es algo que ha tardado en ocurrir cientos de años en otros deportes.
La situación me recuerda mucho a la que por ejemplo se ha planteado recientemente en la ACB. Una competición donde el 95% de los clubs son deficitarios, donde algunos equipos se están planteando irse a una varias veces mencionada liga paralela, etc. La verdad es que existen bastantes paralelismos, solo que en los esports o en este esport en concreto para ser más exactos, ya se está planteando. Y puede salir algo bueno, porqué no.
Riot, y siento ser pesado volviendo a LoL, pero es la referencia más clara que tenemos en el sector, ha logrado introducir una competición deportiva franquiciada (o de partnership como ellos lo llaman) en Europa, algo que es un hito porque nunca había existido una competición de este tipo en otros deportes. Y está funcionando.
Quién sabe si lo que puedan llegar a plantear estos equipos y su resolución no trae consigo otra revolución para el sector y para otros deportes. De momento los clubs de esports en España han sido capaces de crear algo que no existe en el resto del mundo, como es una Asociación de Clubs de Esports (ACE).
No creo que se trate por tanto de malos y buenos, se trata ni más ni menos de un sector que busca su camino, que lo está haciendo a unos ritmos nunca vistos y que está rompiendo muchos de los esquemas que teníamos preconcebidos.
Toca espera a ver qué tal funciona esta nueva Superliga Orange de CS:GO de LVP con los nuevos equipos, y sobre todo, qué solución obtienen a su situación estos 7 clubs y si ésta pasa por una competición paralela, que habrá que ver quién y cómo se gestiona.
Otra cosa no, pero yo tengo el cubo de palomitas y la atención a tope. En esta película de los esports, si pestañeas te pierdes algo interesante seguro.