A principios de este año se anunció City League, una competición basada en Overwatch que pretendía seguir el modelo de regiones tan de moda últimamente, en este caso para ciudades europeas. La competición iba enfocada a un sector a caballo entre lo amateur y lo profesional y de echo 12 organizaciones ya se habían apuntado para representar a 12 ciudades.

 

Sin embargo, acabamos de conocer que Blizzard no ha dado el visto bueno a esta liga, por lo que han tenido que recomponerse rápidamente y ayer anunciaron que se pasan a CS:GO. El director general de City League, Sjaak Kuil, hizo unas declaraciones a The Esports Observer: «Comenzamos la pretemporada con Overwatch debido a su popularidad. La pretemporada fue espectacular, pero desafortunadamente Blizzard decidió poner fin al proyecto de City League para Overwatch. Tratamos de encontrar una manera de hacer realidad  City League con Overwatch dentro del criterio de Blizzard, pero nos resultó imposible“.

 

Kuil hacia referencia a  tres restricciones clave que imposibilitaron City League por parte de Blizzard: “No nos dejaron crear una liga. Podíamos alojar torneos independientes entre si, pero no podían estar conectados. En segundo lugar, los equipos no podían tener una conexión con una ciudad. Por último, los equipos no podían jugar desde un lugar físico contra otro lugar físico«.

 

A pesar de este revés, Kuil comentaba que su equipo recibió suficientes comentarios positivos como para plantearse reconstruir el torneo. «A las regiones les encantó la idea de competir contra otras regiones. Algunos jugadores viajaron largas distancias para jugar en su región por el honor de su ciudad natal«. De hecho parece que fueron los propios fans quienes propusieron alternativas a Overwatch, pero la empresa resolvió finalmente rearmarse con Counter-Strike: Global Offensive .

 

Está claro que Activision Blizzard quiere el monopolio de ligas “regionalizadas” para sus juegos, lo cual tiene sentido dada la inversión que han realizado. Cualquier movimiento que le pueda restar atención a su Overwatch League, máxime ahora que están intentando vender nuevos slots por $60 millones, es evidente que no interesa a la compañía. Lo que resulta raro es que pudiera celebrar una pretemporada y de pronto Blizzard cortase las alas al proyecto.

 

Sin embargo, cabría preguntarse si tener una actitud tan cerrada es conveniente a la larga. El resto de compañías no está siendo tan estricta. Riot Games tiene ligas franquiciadas y ha permitido otros torneos de menor calado. En España por ejemplo tenemos el caso de TCL, que si bien es verdad que es regionalizada a nivel local, no ha tenido problemas por parte de Riot.

 

La propia Valve no pone problemas a sus competiciones, cierto es que tampoco está en disposición de ello a nivel de esports, con DOTA necesitando de cualquier ayuda para no mantenerse sólo a base de The International. Pero yendo a más, nuevas compañías están apostando por abrirse. Epic acaba de anunciar que en 2019 soportará estructura para esports de Fortnite y no tiene intención de crear una estructura de franquicias, cuando por el éxito que tiene actualmente, bien podía haberse subido al carro de este tipo de competiciones.

 

La verdad es que en pleno ecuador de 2018, quizás el tema de las ligas franquiciadas no tenga de momento toda la proyección que tenían cuando se propusieron. En NA LCS funciona porque viene de donde viene, y aún así no son pocos los analistas tras el split de primavera que han comentado que los cambios apreciables son pocos… En Europa está todo por ver… La Overwatch League tiene audiencias decentes, pero no para soportar esos precios que quieren poner… Y por ejemplo, mejor no hablar de casos como el de NBA 2K League…

 

Habrá que esperar un poco más para ver si las ligas franquicias son realmente el futuro de los esports, pero de momento parecer que no son la panacea que se prometía…