A pesar de la globalidad de los esports, ciertos problemas ajenos a las prácticas de este deporte impiden en ocasiones su normal funcionamiento. No es la primera vez que vemos problemas en torneos presenciales con respecto a los visados para jugadores, y en más de una ocasión han dado al traste con un torneo por no dejar asistir a algunos de los mejores jugadores / equipos.

Esta semana hemos vivido otro episodio de dicho problema cuando cuatro jugadores del equipo chino para la Overwatch World Cup han visto como no podrán participar por denegación del visado. Este hecho no es aislado. Hace apenas un mes, a uno de los jugadores rusos de Overwatch también se le denegó el acceso a USA, obligándole a perderse los playoff de la Overwatch Contender.

 

Este hecho incluso ha llevado a un fan  chino a escribir una carta abierta a Blizzard en la que expresaba su enfado: «Me gustaría que todo el mundo, empezando por Blizzard, pudiera prestar más atención al problema de los visados de los jugadores. No dejemos que el problema de los visados se convierta en una barrera para la gente con talento que quiere conseguir sus sueños en los esports«. Estas eran las palabras de Silen Chan.

 

Blizzard no puede permitirse estos problemas en sus competiciones, máxime cuando en poco más de dos meses comienza la Overwatch League, liga que ha catalogado como global pero cuya primera temporada tendrá que disputarse íntegramente en Los Ángeles, y por lo tanto, tanto equipos de fuera (especialmente los Shanghai Dragons y los Seoul Dynasty) como los equipos USA que hayan fichado a jugadores extranjeros (especialmente en el caso de que sean chinos por las políticas de inmigración del país), deben tener asegurado un tipo de regulación que les permita llevar a cabo su trabajo.

 

Es posible que en el resto de competiciones, al no conocer de antemano los equipos que se clasificarán y los cambios en el roster que se puedan efectuar a última hora, y debido a un problema de tiempos, controlar el tema de visados sea más complicado y los equipos tengan que regirse por las normas propias del país, dado que estas son globales y no han de tratar las particularidades de los esports. Pero para la Overwatch League, Blizzard debería de asegurarse muy bien los pertinentes permisos de jugadores y equipos si no quiere que su competición sufra de bajas importantes por un desliz legal.

 

Es precisamente por estos elementos externos al propio videojuego (que también tiene sus problemas y deficiencia como esports a nivel de jugabilidad) por lo que muchos analistas dudan de que la primera temporada de Overwatch League sea un éxito, dado que requiere de la creación de una infraestructura adicional al estilo de la NBA, MLB, etc a la cual Blizzard no se ha enfrentado nunca. Junto a problemas de visado, se unirán problemas de impuestos (donde deben tributar los jugadores, los equipos) y otros propios de la ingente gestión de una liga como la que prepara Blizzard.