El proceso de regulación de los esports en Francia ha dado otro paso más. En 2016, el Ministro responsable de la «Ley Numérica», Axelle Lemaire, ley que pretende regular internet en Francia, abría la puerta a una discusión pública donde se mencionaban los esports. Sin embargo, el ministerio de deportes dio un rotundo NO a esta idea, tras lo cual se abrió un proceso de información que acabó con un documento de 75 hojas elaborado por especialistas del sector en Francia junto con la Federación Francesa de eSports, pero del cual muy pocos puntos acabaron convirtiéndose for fin en  ley en Septiembre del año pasado.

 

El artículo 42 en el que se aprobaban las leyes para esports era muy básico y tan sólo establecía el inicio de un marco de trabajo, regulando algunas diferencias entre campeonatos online y presenciales, ciertos premios, y eso si, diferenciando claramente a los esports del gambling.

 

Esta semana, el Gobierno francés ha dado un paso adelante en el sector ampliando este artículo para dar seguridad jurídica entre clubes y jugadores de esports estableciendo un marco regulador. En concreto, el nuevo decreto aprobado este mes de mayo por el gobierno francés ha dado luz verde a la inclusión de diferentes modificaciones tanto en la mencionada ley como en el Código de trabajo adaptando de este modo las singularidades de esta industria al ordenamiento laboral francés.

 

En primer lugar se realiza e introduce una definición del «gamer», considerando como jugador de videojuegos profesional a aquel que participa en una competición de videojuegos a cambio de una remuneración dentro del ámbito de una asociación o una empresa que cuente con autorización del Ministerio Digital. Este artículo prohíbe a los menores de 12 años a participar en torneos de deportes electrónicos que den premios en metálico amén de obligar a las organizaciones a contratar un seguro o una garantía para eventos con bolsas de premios de más de 10.000 euros. Otro dato curioso, es que se asimila la presencia de los deportistas electrónicos en los torneos al trabajo que ejercen los modelos profesionales, un dato bastante curioso que podría estar relacionado con los derechos de imagen de los jugadores y que demuestra que los gobiernos aún no tienen claro cómo manejar determinados conceptos.

 

La naturaleza de estos contratos será siempre considerada de carácter temporal. Dentro de esta temporalidad habrá contratos cuya duración será como mínimo por una temporada de competición,  no inferior a 12 meses, aunque existen algunas salvedades en las que se podrían formalizar contratos por un tiempo inferior como por ejemplo para sustitución de jugadores, suspensiones de contrato o determinadas competiciones cuya duración por temporada es inferior a doces meses. Aún así, los procedimientos para determinar el inicio y el final de las temporadas de videojuegos quedarán regulados. La duración de este contrato de trabajo no podrá exceder de cinco años y al igual que en la legislación laboral común en España, en caso que el contrato sea fraudulento esta se presumirá indefinido.

 

El hecho de ignorar estas nuevas leyes se castigará con la imposición de una multa de 3.750 euros que en caso de reincidencia ascenderá hasta los 7.500 euros acompañada de pena de prisión de hasta seis meses.

 

Esta regulación supone un paso más del estado Francés a favor de la industria de los eSports. Habrá que estar atento si tras el movimiento del gobierno galo llega alguna repercusión en España donde el crecimiento de los eSports es exponencial y donde existen carencias en el ámbito laboral, fundamentalmente en materia de formalización  contractual.  A este respecto, es muy recomendable el informe del sector en España laborado conjuntamente por el buffet de abogados Ontier y la propia LVP.