Texas Esports, dueño mayoritario de Infinite Esports & Entertainment, propietario a su vez de OpTic Gaming (LCS) y Houston Outlaws (OWL) está preparando la venta de sus participaciones en la organización por una cifra que se enmarca en torno a los $ 150 millones según informa ESPN.

 

El grupo está dirigido por los dueños de los Texas Rangers, Neil Leibman y Ray Davis, y ademas de aportar importantes cantidades de dinero para los slots de las dos competiciones franquiciadas ya mencionadas, también propició que varios jugadores y personal de OpTic Gaming se  mudaran a Frisco, Texas, donde se encuentra la sede de Infinite.

 

Según las fuentes de ESPN, las acciones de la compañía saldrán a la venta probablemente en febrero. La gran pregunta aquí es si esta venta, a pesar de los espectacular de la cifra, se puede considerar como una oportunidad de tener un exit suculento o una «falta de interés» en los esports por parte de la compañía. Hay que recordar que Infinite Esports & Entertainment tuvo que despedir en el mes de octubre del año pasado a 19 empleados, cerca del 27% de la plantilla.

 

Chris Chaney, anterior presidente, fue también despedido y su puesto lo ocupó Ryan Musselman. Según declaró el propio Musselman en aquel entonces; “En términos generales, creemos que crecimos demasiado rápido. Los ingresos están llegando de forma mucho más lenta de lo esperado«. Por lo tanto, mucho nos tememos que Texas Esports está buscando una salida ahora que pueden tener todavía un buen exit antes de arriesgarse más a que el precio de sus acciones puedan disminuir o a que la inversión pueda ser recuperada en un tiempo superior al de sus expectativas.