Uno de los grandes puntos pendientes de la Overwatch League con respecto a sus promesas iniciales, y para dar ese carácter global con el que se presentó la competición, es implementar por fin el sistema de partidos «fuera y dentro» de casa, el conocido sistema de ida y vuelta. Una labor logística mastodóntica si tenemos en cuenta que los equipos deberán recorrerse no medio mundo, sino literalmente, el mundo entero.

 

A pesar de esa labor gigantesca y de que en esta edición de 2019 ya se adelantó que podría haber algunas pruebas al respecto, la OWL confirmó ayer , a través de su comisionado Nate Nanzer, que este sistema de ida y vuelta será implementado por fin en 2020, según ellos «mejorando enormemente los desafíos operativos y el potencial de ingresos a nivel de equipo«.

 

De esta forma, en 2020 los partidos dejarán de disputarse en la Blizzard Arena de Los Ángeles, como ha estado sucediendo hasta ahora, y pasarán a disputarse en los estadios de los propios equipos. Aún así, veremos realmente qué nivel de globalidad tiene la competición, ya que según Nanzer, «Obviamente, hemos tenido que llegar a un nivel de comodidad antes de llegar a este paso.«

 

El horario completo, los lugares y la información de las entradas no se publicarán hasta finales de este año, pero Nanzer dijo que el horario se parecerá a los procedimientos habituales de las ligas deportivas tradicionales. Cada equipo jugará la mitad de sus partidos en casa y la otra mitad fuera, eso si, y aquí viene lo importante, con más partidos contra equipos de su propia división y atendiendo a mercados cercanos para crear viajes más eficientes, especialmente importante dado que OWL cuenta con equipos en Asia, Europa y América del Norte.

 

Algunos equipos aún se encuentran trabajando en tener su propio estadio (especialmente lo recién llegados a esta segunda temporada), pero al parecer todos están deseando que llegue este momento que se espera que se abra por fin flujos de ingresos alternativos (tickets, patrocinios locales, comercialización)

 

Según Nanzer, «Creemos que dar a los equipos la oportunidad de construir una base de operaciones y poner su propio sello en ella es una oportunidad realmente genial para los equipos de esports. Y, obviamente, abre una gran cantidad de aspectos económicos para el equipo, más allá de los tradicionales, como la venta de tickets«.

 

Veremos en qué queda finalmente este sistema y si es viable y sostenible para los equipos, que por si fuera poco, se rumorea que podrían crecer de 20 a 28 equipos en la tercera temporada, lo que complicaría aún más la logística, pero que tiene sentido dado que actualmente, la balanza a nivel geolocalización no está muy equilibrada. La mayor parte de equipos, 13,  proceden de Norte América y apenas 2 de Europa y 5 de Asia (4 chinos y 1 coreano). Si se quiere hacer un sistema realmente equilibrado, deberían de entrar más equipos europeos y asiáticos o de lo contrario, a la hora del transporte, estarían francamente en desventaja.