Mucho se está hablando en medios generalistas sobre lo ocurrido este fin de semana en las finales de Fortnite World Cup. Para gustos los colores, y ya estamos acostumbrados al sensacionalismos de ciertos medios que, desconocedores de lo que son realmente los esports, hablan sin conocimiento de causa y lamentablemente, en muchos casos, con cierta animadversión al sector, muy probablemente provocada por el miedo a lo desconocido.

 

Para aquellos que nos siguen y para los que de verdad entienden que los esports son un negocio más, lo importante es ver qué funciona y qué no como industria, así que volvemos de nuevo a lo que mueve a día de hoy el sector: las audiencias que atraen a las marcas. Y si alguno se puede preguntar porque funcionan los esports, al margen de que Fortnite pueda ser considerado más o menos esport que otros, lo que no cabe duda es que mueve masas, y eso es un negocio perfectamente lícito.

 

La muestra es bien sencilla de ver. Recurrimos una vez más a Esports Charts para ver las escalofriantes cifras que ha logrado este fin de semana las finales de Fortnite World Cup.

 

 

Hablamos de más de 1.1 millones de espectadores de media, unas cifras más que relevantes, y que viendo otros intentos de torneos / competiciones de esports que hemos ido tratando en los últimas semanas, demuestran porqué Fortnite está donde está. Más de 22 millones de horas de contenido generadas en apenas 20 horas de retransmisión, con unos picos de 2.3 millones.

 

De hecho, la finales tuvieron una cobertura más que interesante. A Twitch se unieron Youtube, Facebook, OpenrecTv y hasta Mixer.

 

La retransmisión en castellano de LVP también obtuvo bastante buenos datos, con medias de 3.200 espectadores y picos de 7.300 el día 27 en la final de Duos y medias de 5.000 y picos de 13.000 en las finales Solo del día 28.

 

 

La verdad es que es una lástima no poder disponer actualmente de mayor profundidad de datos para ver cómo se han repartido la audiencias en diferentes plataformas, pero de lo que no cabe duda es de que Fortnite es un fenómeno que merece su respeto y que genera un negocio a su alrededor que no se puede obviar y que bien harían algunos medios en comprender en lugar de criticar sin más.