Square Enix ha sabido tratar de forma magistral la muerte en FFVII Rebirth.

A pesar de que a muchos el final del juego no les convenció, todo está por explorar en la tercera parte, y el mérito de está en el mundo que ha creado, que te lleva hacia el final del juego, para una vez allí, ponerte el corazón en vilo, darte esperanzas, quitártelas después y dejarte destrozado, pero con un rayo de ilusión.