Una reciente encuesta realizada por la Game Developers Collective ha revelado que el 59% de los desarrolladores de videojuegos consideran que el mercado de la industria se encuentra en un estado «malo» o «muy malo». Los encuestados señalan a los inversores y a la mala gestión como las principales causas de estos problemas.

Los desarrolladores destacan que la presión de los inversores para obtener retornos rápidos y elevados ha llevado a prácticas de monetización agresivas, como las cajas de botín y los pases de batalla, que han descontentado a los consumidores. Además, la sobrecarga de trabajo y el alcance excesivo de los proyectos han provocado el agotamiento de muchos talentos clave en la industria.

La encuesta también refleja cómo la pandemia de COVID-19 influyó inicialmente en un auge del mercado de videojuegos, seguido por una caída cuando la vida volvió a la normalidad. Este efecto «boom y caída» ha dejado a muchos estudios luchando por adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.

Algunos desarrolladores señalan que la gestión interna deficiente y la falta de enfoque en crear juegos divertidos y apasionados han contribuido a la situación actual. La tendencia a emular fórmulas de éxito de otros medios, como las películas de Marvel, ha resultado en una falta de originalidad y creatividad en muchos títulos recientes.

La industria de los videojuegos enfrenta desafíos significativos que requieren una re-evaluación de las prácticas de gestión y una mayor consideración por las necesidades y expectativas tanto de los desarrolladores como de los consumidores. Para recuperar su vitalidad, será crucial que la industria priorice la creatividad y el bienestar de sus equipos de desarrollo.