DreamHack Valencia 2022: la esencia de la magia sigue intacta junto a novedades fundamentales
Sabes que cuando toca ir a una DreamHack en España es un momento especial. Es trabajo, pero es ver a parte de la familia del ecosistema, pasarlo bien, sentirte en casa, disfrutar.
Quizás el titular pueda no parecer rimbombante. Pero si lo ponemos en un contexto de sobra conocido por todos en los últimos 3 años (se dice pronto), es lo mejor que podíamos tener. Además, a DreamHack Valencia no le hacen falta titulares sensacionalistas para ser lo que es: un referente absoluto en nuestro país en lo que a organización de eventos de esports y otras disciplinas parejas se refiere.
No era fácil volver. 2 ediciones de parón no son tontería, y estaba por ver cómo reaccionaba el público. Pero es que si algo tiene Encom, organizadora de la cita, es que durante ese período de oscurantismo no ha parado. Y eso tiene mucho mérito. Cuando muchos eventos decidieron parar y esperar a ver por dónde se movían las aguas, Encom no solo no paró, sino que redobló esfuerzos. DreamHack’s online, esfuerzo con DreamHack Beyond por no perder nunca el contacto con el cliente, incluso más leña al asador con Esports City League. Y la comunidad, sabiamente, ha respondido.
Ahora vendrá la guerra de cifras. Que si tantos espectadores, que si tantos visitantes. Cuando el sector ya ha demostrado que esto va de otra cosa. De sentimientos. Y esos DreamHack Valencia nos los pone a flor de piel.
Empezando por todo lo que organiza: sus competiciones internacionales, la posibilidad de que pros y amateur compitan, zona retro (llena hasta la bandera en todo momento, ojo), espectáculos, su zona LAN y encima este año, sesiones temáticas sobre el sector, algo que ya ha de ser, si o si, un must have en todo evento de esports que se precie.
Esto no va de poner el contenido que crees que a la gente le gusta y vender entradas. Va de ser uno con el público y de darle valor a tu evento. Para ello DreamHack se ha rodeado de todas las actividades que hemos comentado y de unos partner de lujo. En las semanas previas a esta edición hemos ido conociendo multitud de acuerdos que no suponían la mera fotografía de cara al público, sino que tenían un valor añadido para lo que importa: la comunidad DreamHack.
5G con Movistar y seguridad con ESET para los laneros, público fiel donde lo haya. Acuerdo con Mapfre para que los asistentes pudieran asegurar sus artículo gamer de valor. Acuerdos con PC Componentes, stands de clubs que lo han petado literalmente (lo de Ramboot y QLASH pone muy alto el listón desde la Comunidad Valenciana a cualquier club de los denominados grandes), la mencionada zona retro, unas actividades francamente interesantes; super acierto contar con Kapra y su ring de boxeo y las actividades propuestas por Valengest.
Y, como colofón, unas Esports City Talks de auténtico escándalo. Desde este medio hemos intentado junto a Encom llevar la actualidad de esta industria a DreamHack a través de diferentes sesiones que han tocado todos los temas relevantes del mismo: desde la actualidad blockchain / cripto, modelos de negocio, marketing, formación y con dos charlas de lujo con el Esports Innovation Hub de Lanzadera y con EAE y la presentación de su informe de género en el sector. Ponentes de lujo y una presentadora de excepción, Lara Smirnova. No todo fue perfecto, las cosas como son. El retorno para los ponentes era mejorable, pero es lo que tiene llevar la actualidad del negocio a pie de competición.
Por todo esto, DreamHack Valencia es lo que es, y no hace falta decir más. 3 años después todo lo bueno sigue igual y se han ido añadiendo propuestas de valor que consolidan un festival con el que ni una pandemia ni otros elementos ajenos pueden competir. ¿las cifras? pues os las decimos antes de que salgan publicadas: entorno a los 60.000 – 70.000 asistentes, solo hay que seguir el histórico de los eventos donde se quedó el último y subirle unos 5-10K.
Eso no importa. Lo que importa es que sabes que cuando toca ir a una DreamHack en España es un momento especial. Es trabajo, pero es ver a parte de la familia del ecosistema, pasarlo bien, sentirte en casa, disfrutar. Es un momento del año que esperas con alegría que llegue y que llevábamos esperando 3 años. Ya era hora, y la alegría no puede ser más grande.