Galatasaray Espor no disputará el Split de Invierno de TCL por impagos a jugadores y coach
Si el Galatasaray Espor continúa sin pagar, Riot Games podría rescindir unilateralmente los contratos que el club tenga con jugadores y staff para 2020
Las normas están para cumplirlas, y en eso Riot Games es bastante intransigente. Y bien que hace, al menos en el caso que hoy nos ocupa, puesto que tiene que ver con el perjuicio a jugadores y entrenadores. En su web, el desarrollador hacía pública este fin de semana la sanción al Galatasaray Espor, motivo: impagos a jugadores y coaches.
Dicha sanción tiene como consecuencia que el equipo de la Turkish Championship League, TCL, no podrá disputar el split de invierno del 2020 en esta competición.
El equipo turco recibió un plazo específico por parte de Riot para hacer frente a sus obligaciones de pago para con su staff, pero no ha podido cumplirlo. La investigación llevada a cabo por la propia Riot Games descubrió que el equipo no podía completar los pagos pendientes antes del 27 de diciembre y por lo tanto, al día siguiente emitió la correspondiente sanción disciplinaria.
De esta forma, el Split de Invierno 2020 de la TCL, también conocido como Vodafone FreeZone Championship, solo contará con nueve equipos. La elegibilidad del Galatasaray Espor para competir en el Summer Split 2020 de momento no corre peligro siempre y cuando solucionen los problemas de pagos en un plazo específico.
En el peor de los casos, si el Galatasaray Espor continúa incumpliendo lo pagos, Riot Games tendría derecho a rescindir unilateralmente todos los contratos que el club mantenga con jugadores y staff para la temporada 2020.
Ya hemos tenido ejemplos de sanciones recientes, por ejemplo contra Cloud9 hace escasas semanas, aunque en este caso se saldó únicamente con una multa económica al intentar el equipo de la LCS tener a jugadores con acciones en el propio club y no haberlo comunicado debidamente.
Riot Games es dueña de su título y de la competición que ella crea, y desde luego, todas las medidas que estén orientadas a velar por la seguridad de jugadores y staff en los equipos de sus competiciones, nos parecen bienvenidas.
Ahora bien, hasta qué punto, un tercero puede entrar a deshacer un contrato firmado entre dos partes, club y jugadores, nos resulta un tanto extraño y aunque sea como decimos en pos de velar por una competición limpia, nos resultan unos derechos un tanto exagerados…