No, el título de la noticia no es erróneo. Por mucho que cueste creerlo, según fuentes de ESPN esports, la desarrolladora de League of Legends daría marcha atrás en el ya anunciado sistema de liga regional al estilo de Champions League que había anunciado para 2018 y lo pospondría hasta 2019.

 

El movimiento de Riot es para analizarlo y desde luego, si alguien tenía alguna duda sobre la estabilidad de la UE LCS a raíz de los últimos acontecimiento y quejas de los equipos, esta noticia no hace sino confirmar que efectivamente que Riot no parece tener claro qué hacer con esta competición. No sabemos si los nuevos cambios serán para bien o no, es de suponer que si y es el deseo de todos, pero que se anuncien ahora, cuando incluso los equipos había seleccionado en qué región iban a participar (Berlín, Londres, Paris o Barcelona) parece una marcha atrás que no llega en buen momento. Algo ha pasado que ha hecho a Riot desconfiar. ¿El qué?

 

Pues haber sido el empuje que ha dado H2K Gaming a sus quejas y que ha salido a luz en forma de dos cartas abiertas a la comunidad explicando ciertos entresijos de la competición. Puede haber sido que ciertos equipos empiezan a abandonar la competición, el último de ellos el PSG, que tiene cierta influencia mediática por ser el club que es.

 

Sea como sea, el tan esperado modelo Champions League tendrá que esperar al menos hasta 2019. ¿Y mientras tanto qué?. Según parece, ahora los cambios para 2018 consistirán en la vuelta al Bo1, cambio que ya se anunció la semana pasada para la NA LCS, y se vuelve a un único grupo con partidos de ida y vuelta, eliminando los dos grupos anteriores. El top 6 se garantizaría un puesto en los playoffs. Se eliminaría también el sistema de descenso, que se reemplazaría con algún tipo de conexión con la Challenger Series aún sin especificar.

 

El otro aspecto importante, o quizás, el más importante para ser claros, es el económico. El dinero que Riot paga a los equipos pasaría de 350.000 € a 500.000 €. Según la primera carta de H2K, el dinero mínimo que necesitaría un equipo es de 850.000 €, con lo cual la propuesta sigue quedándose corta, y a pesar de que estamos hablando de un rumor a falta de confirmar (aunque viviendo de ESPN esports se puede dar por hecho), ni siquiera se habla del modelo de reparto de dividendos.

 

Como ya se dijo cuando se anunció para la NA LCS,  la clave de todo el asunto parece estar en la vuelta al Bo1. La saturación de partidos ha hecho que las audiencias en Europa bajaran de forma significativa y parece que la vuelta a este formato debería de captar la atención de los usuarios y mejorar estas cifras, que al fin y al cabo es de lo que vive una competición y por lo que los esports son lo que son a día de hoy, las audiencias. Sin embargo ese mismo cambio se podría haber aplicado al modelo regional, por lo que sigue sin entenderse muy bien este movimiento.

 

Con todo arrancado, equipos apuntados y todo en marcha, este nuevo paso, sea hacia atrás, hacia un lado o hacia adelante, que está por ver, lo que si es claro es que genera dudas en la competición, en los equipos y en los fans porque demuestra que Riot no da con la tecla para recuperar una competición que es evidente que está sufriendo problemas.